ASÍ PIENSO, ASÍ ESCRIBO

Cada noche, en La Voz Silenciosa, hago un comentario personal. Es este que aquí aparece, con la intención de dejar constancia escrita del mismo.

21 de abril de 2010

DEJA SECAR LA IRA, Anónimo


Mariana se puso toda feliz por haber ganado de regalo un juego de té de color azul.
Al día siguiente, Julia, su amiguita, vino bien temprano a invitarla a jugar. Mariana no podía pues saldría con su madre aquella mañana.
Julia entonces pidió a Mariana que le prestara su juego de té para que ella pudiera jugar sola en el jardín del edificio en que vivían.
Ella no quería prestar su flamante regalo pero ante la insistencia de la amiga decidió, hacer hincapié en el cuidado de aquel juguete tan especial.
Al volver del paseo, Mariana se quedó pasmada al ver su juego de té tirado al suelo. Faltaban algunas tazas y la bandeja estaba rota.
Llorando y muy molesta Mariana se desahogó con su mamá "¿ves mamá lo que hizo Julia conmigo? Le presté mi juguete y ella lo descuidó todo y lo dejó tirado en el suelo".
Totalmente descontrolada Mariana quería ir a la casa de Julia a pedir explicaciones, pero su madre cariñosamente le dijo:
"Hijita, ¿te acuerdas de aquel día cuando saliste con tu vestido nuevo todo blanco y un coche que pasaba te salpicó de lodo tu ropa? Al llegar a casa querías lavar inmediatamente el vestido pero tu abuelita no te dejó.
¿Recuerdas lo que dijo tu abuela? Ella dijo que había que dejar que el barro se secara, porque después sería más fácil quitar la mancha.
Así es hijita, con la ira es lo mismo, deja la ira secarse primero, después es mucho más fácil resolver todo".
Mariana no entendía todo muy bien, pero decidió seguir el consejo de su madre y fue a ver el televisor.
Un rato después sonó el timbre de la puerta...Era Julia, con una caja en las manos y sin más preámbulo ella dijo:
"Mariana, ¿recuerdas al niño malcriado de la otra calle, el que a menudo nos molesta?
Él vino para jugar conmigo y no lo dejé porque creí que no cuidaría tu juego de té pero el se enojó y destruyó el regalo que me habías prestado.
Cuando le conté a mi madre ella preocupada me llevó a comprar otro igualito, para ti. ¡Espero que no estés enojada conmigo. No fue mi culpa!“
"¡No hay problema!, dijo Mariana, ¡mi ira ya secó! Y dando un fuerte abrazo a su amiga, la tomó de la mano y la llevó a su cuarto para contarle la historia del vestido nuevo ensuciado de lodo".
Nunca reacciones mientras sientas ira. La ira nos ciega e impide que veamos las cosas como ellas realmente son. Así evitarás cometer injusticias y ganarás el respeto de los demás por tu posición ponderada y correcta delante de una situación difícil.
Acuérdate siempre: ¡Deja la ira secar!
SED FELICES.

20 de abril de 2010

HISTORIA DE DOS HERMANOS, ANÓNIMO


Esta es la historia de un par de hermanos que vivieron juntos y en armonía por muchos años.
Ellos vivían en granjas separadas, pero un día…
Cayeron en un conflicto, este fue el primer problema serio que tenían en 40 años de cultivar juntos hombro a hombro, compartiendo maquinaria e intercambiando cosechas y bienes en forma continua.
Comenzó con un pequeño malentendido y fue creciendo … hasta que explotó en un intercambio de palabras amargas seguido de semanas de silencio.
- Una mañana alguien llamó a la puerta de Luis. Al abrir la puerta, encontró a un hombre con herramientas de carpintero "Estoy buscando trabajo por unos días", dijo el extraño, "quizás usted requiera algunas pequeñas reparaciones aquí en su granja y yo pueda ser de ayuda en eso".
-"Sí", dijo el mayor de los hermanos, "tengo un trabajo para usted.
Mire al otro lado del arroyo, en aquella granja vive mi vecino, bueno, de hecho es mi hermano menor.
La semana pasada había una hermosa pradera entre nosotros pero él desvío el cauce del arroyo para que quedara entre nosotros. Él pudo haber hecho esto para enfurecerme, pero le voy a hacer una mejor.
¿Ve usted aquella pila de desechos de madera junto al granero? Quiero que construya una cerca de dos metros de alto, no quiero verlo nunca más."
El carpintero le dijo: "creo que comprendo la situación".
El hermano mayor le ayudó al carpintero a reunir todos los materiales y dejó la granja por el resto del día para ir por provisiones al pueblo.
Cerca del ocaso, cuando el granjero regresó, el carpintero justo había terminado su trabajo.
El granjero quedó con los ojos completamente abiertos, su quijada cayó.
No había ninguna cerca de dos metros. En su lugar había un puente que unía las dos granjas a través del arroyo.
Era una fina pieza de arte, hasta con pasamanos.
En ese momento, su vecino, su hermano menor, vino desde su granja y abrazando a su hermano mayor le dijo:
-"Eres un gran tipo, mira que construir este hermoso puente después de lo que he hecho y dicho.”
Estaban en su reconciliación los dos hermanos, cuando vieron que el carpintero tomaba sus herramientas.
-"No, espera". "Quédate unos cuantos días tengo muchos proyectos para ti", le dijo el hermano mayor al carpintero.
"Me gustaría quedarme", dijo el carpintero, "pero tengo muchos puentes por construir".
Muchas veces dejamos que los malentendidos o enojos nos alejen de la gente que queremos, muchas veces permitimos que el orgullo se anteponga a los sentimientos,
No permitas que un pequeño desliz malogre una gran amistad...
Recuerda que el silencio a veces es la mejor respuesta...
Una casa feliz es lo que más importa. Haz todo lo que esté a tu alcance para crear un ambiente en armonía.
Recuerda que la mejor relación es aquella donde el amor entre dos personas es mayor de que la necesidad que ellas tienen una por la otra.
SED FELICES

16 de abril de 2010

LA APARIENCIA NO LO ES TODO, RELATO ANÓNIMO

A veces la apariencia no lo es todo... John Blanchard se levantó de la banca, alisó su uniforme de marino y estudió a la muchedumbre que hormigueaba en la Grand Central Station . Buscaba a la chica cuyo corazón conocía, pero cuya cara no había visto jamás, la chica con una rosa en su solapa.
Su interés en ella había empezado trece meses antes en una biblioteca de Florida. Al tomar un libro de un estante, se sintió intrigado, no por las palabras del libro, sino por las notas escritas a lápiz en el margen. La suave letra reflejaba un alma pensativa y una mente lúcida. En la primera página del libro, descubrió el nombre de la antigua propietaria del libro, Miss Hollis Maynell
Invirtiendo tiempo y esfuerzo, consiguió su dirección. Ella vivía en la ciudad de Nueva York . Le escribió una carta presentándose e invitándola a cartearse. Al día siguiente, sin embargo, fue embarcado a ultramar para servir en la Segunda Guerra Mundial.
Durante el año y el mes que siguieron, ambos llegaron a conocerse a través de su correspondencia. Cada carta era una semilla que caía en un corazón fértil; un romance comenzaba a nacer. Blanchard le pidió una fotografía, pero ella se rehusó.
Ella pensaba que si él realmente estaba interesado en ella, su apariencia no debía importar. Cuando finalmente llegó el día en que el debía regresar de Europa, ambos fijaron su primera cita a las siete de la noche, en la Grand Central Station de Nueva York . Ella escribió: "Me reconocerás por la rosa roja que llevaré puesta en la solapa." Así que a las siete en punto, él estaba en la estación, buscando a la chica cuyo corazón amaba, pero cuya cara desconocía.
Dejaré que Mr. Blanchard relate lo que sucedió después: "Una joven venia hacia mí, y su figura era larga y delgada. Su cabello rubio caía hacia atrás en rizos sobre sus delicadas orejas; sus ojos eran tan azules como flores. Sus labios y su barbilla tenían una firmeza amable y, enfundada en su traje verde claro, era como la primavera encarnada.
Comencé a caminar hacia ella, olvidando por completo que debía buscar una rosa roja en su solapa. Al acercarme, una pequeña y provocativa sonrisa curvó sus labios. "¿Vas en esa dirección, marinero?" murmuró. Casi incontrolablemente, di un paso para seguirla y en ese momento vi a Hollis Maynell . "Estaba parada casi detrás de la chica. Era una mujer de más de cuarenta años, con cabello entrecano que asomaba bajo un sombrero gastado. Era bastante llenita y sus pies, anchos como sus tobillos, lucían unos zapatos de tacón bajo." "La chica del traje verde se alejaba rápidamente. Me sentí como partido en dos, tan vivo era mi deseo de seguirla y, sin embargo, tan profundo era mi anhelo por conocer a la mujer cuyo espíritu me había acompañado tan sinceramente y que se confundía con el mío.
Y ahí estaba ella. Su faz pálida y regordeta era dulce e inteligente, y sus ojos grises tenían un destello cálido y amable. No dudé más. Mis dedos afianzaron la gastada cubierta de piel azul del pequeño volumen que haría que ella me identificara. Esto no sería amor, pero sería algo precioso, algo quizá aún mejor que el amor: una amistad por la cual yo estaba y debía estar siempre agradecido.
Me cuadré, saludé y le extendí el libro a la mujer, a pesar de que sentía que, al hablar, me ahogaba la amargura de mi desencanto. "Soy el teniente John Blanchard, y usted debe ser Miss Maynell . Estoy muy contento de que pudiera usted acudir a nuestra cita. ¿Puedo invitarla a cenar?"
La cara de la mujer se ensanchó con una sonrisa tolerante. "No sé de que se trata todo esto, muchacho," respondió, "pero la señorita del traje verde que acaba de pasar me suplicó que pusiera esta rosa en la solapa de mi abrigo. Y me pidió que si usted me invitaba a cenar, por favor le dijera que ella lo esta esperando en el restaurante que esta cruzando la calle."
No es difícil entender y admirar la sabiduría de Miss Maynell. La verdadera naturaleza del corazón se descubre en su respuesta a lo que no es atractivo. "Dime a quién amas," escribió Houssaye , "y te diré quién eres.".

15 de abril de 2010

ME GUSTA DAR LA VARA


Circulo con mis garras preparadas y compruebo que es demasiado difícil comprender a la gente. Aparte de que no nos esforzamos en hacerlo.
Miro hacia mi ombligo y compruebo que lo difícil es conocerse a sí mismo. Más incluso que a los demás. Y comparo mis miradas. Entre una y otra encuentro que es muy complicado, porque no entendemos a nuestro ombligo.
A las personas las oímos no las escuchamos. No tenemos tiempo que perder porque nuestro ombligo nos llama a voces. Nos impele a que centremos toda nuestra atención en él.
Y realmente qué poco nos tiene que decir. Si no he conseguido escucharlo (que sí oírlo) porque estaba demasiado ocupado en las gilipolleces que me ocupaban mi tiempo, ¿cómo iba a prestar ni un mínimo de atención a quien me intentaba decir cosas?
Y que si no las decían, las demostraban. Porque se mueven y expresan sus sentimientos con miradas, con gestos y con actitudes. Pero para sentir todo eso tendría que haber estado dispuesto. Y no lo estaba.
Y ahora que mi tiempo siento que me lleva más al final que al principio. Cuando reconozco que he perdido muchas horas alrededor de mi ombligo que no deja de ser un agujero donde, si no te lavas con cuidado, se acumula la suciedad en forma de pelotillas, me doy cuenta de lo que me he perdido.
Porque él no tiene nada que decirme si no capto antes lo que los demás me dicen. Porque mi ombligo es un puro desastre ya que no ha aprendido nada, porque yo no tenía nada que enseñarle.
Hoy inicio este programa con la intención de escuchar lo que la gente que me rodea, la conozca o no, tiene que decirme. Quiero escucharla con toda la intensidad de que sea capaz.
Y luego transmitir aquí mis sentimientos y mis sensaciones.
Volveré mañana para iros diciendo lo que he aprendido.
SED FELICES.

14 de abril de 2010

RECORDANDO...

Hace un par de años tuve una experiencia inolvidable. Interpreté un papel en un cuento universal, Caperucita Roja. Y con un papel tierno donde los haya, El Lobo.
Enfrente 350 personas (niños, padres y abuelos).
Anteriormente el papel era otro, bueno eran dos, Buttarelli y el Escultor en D. Juan Tenorio de Zorilla. Muchas representaciones ante distinto número de espectadores, pero con mayoría de adultos.
En El Tenorio seriedad en el público, expectación. Lógico. Quien va a ver a Don Juan, en la mayoría de los casos, conoce la obra. Y no pasa una. Se lo sabe paso a paso, verso a verso (me acuerdo del poeta cuando digo esto) y has de andar con pies de plomo (aunque siempre lo hagamos). Pero los tienes allí atentos desde el principio. Pendientes de cómo se desarrolla la obra y te brindan, si lo creen conveniente, esos aplausos que tú esperas desde que comienzas con tu papel. Desde que te metes en la piel del personaje y le das todo lo que tienes.
Otra suerte es que la directora de la compañía, Elvira Pineda, exprime al actor. Sabe lo que quiere de él. Y sabe dirigirlo con mimo, unas veces, o con mano firme, en otras muchas. Exige y se exige. Te lanza y te sublima. Pero siempre tienes su mano a tu alcance, para asirla con fuerza.
Tras el Tenorio, me dijo casi al oído: "Quiero que hagas un papel muy especial". Le contesté igual que cuando me propuso a Buttarelli: "Lo que tú digas". Así, sin más. Confío en ella. Y me lanzó: "Vas a ser el lobo en Caperucita Roja". Quedó a la espera, pensaba que le pondría objeciones (soy muy mayor ya para eso, es un papel de cuento de niños). Pero, ay, con sólo 13 años yo anduve por toda España haciendo teatro para niños con una Compañía (Arlequín) y me acordé de lo que es ver disfrutar a los niños.
Y le dije que sí, sin reparos. Comencé con el papel. Ensayos... Me pedía tonos, matices, variaciones, había que llegar al niño. Tenían que captar los cambios de fiereza a ternura. La bondad escondida detrás de esa maldad. El engaño, el querer llevarte a tu bando a esa niña. Cómo ella te gana. El dejarte querer de esa forma. El quedarte después solo y volver a ser lo que realmente eres. ¡Es un todo maravilloso! ¡Es un papel genial! Y me di en cuerpo y alma.
Y debuté un domingo, a las 12, en un teatro maravilloso, precioso y coqueto, el Teatro Bernal de El Palmar.
Ya lo dije, niños, padres, abuelos. Y todos esperando a ver qué pasaba. ¡Qué difícil (pensé) conseguir su silencio, su atención! Pero, oh milagro, una niña de 2 años que debutaba, una caperucita dulce y cariñosa con su madre y con su hermanita. Y la salida de un lobo fiero y despiadado... Y aquel público se entregó. Y de qué manera.
Luego el Tomate en La Princesita Tristona. A continuación, escribí una versión de Juan Sinmiedo, haciendo, además el Rey y el Ogro. Al final 4 obras en las que disfrutar del teatro. Sin contar que llevo el camión allá donde nos desplacemos.
Gracias, Elvira, gracias público y gracias familia que me han apoyado.
¡Jamás olvidaré el día que volví a ser aquel actor aficionado de 13 años!
¡Hoy tengo 60, pero sigo siendo igual de aficionado y con el mismo corazón joven y alegre! Al final sigo siendo el niño que siempre me han echado en cara ser.
SED FELICES.

13 de abril de 2010

UNA DE REFLEXIÓN


Pienso yo: aunque no estemos en época de reflexión, ¿por qué no lo hacemos sobre qué es lo mejor para España? No se trata de la lucha entre la izquierda y la derecha, que eso ya no existe casi. Esos prebostes de la política que son enemigos irreconciliables amparados en la verborrea y la falta de escrúpulos en que se ensucian como gorrinos en un charco.
Que hay muchos mindundis que se dedican a enfrentarnos. Como si quisieran que estuviéramos eternamente enfadados. Para que seamos más fáciles de dirigir. Porque es indudable que tenemos simpatías por alguno de ellos. Eso es incuestionable.
Pero quizá, si sus posturas se acercaran, si fuera posible que llegaran a pactos que beneficien a todos y que se mantengan y se cumplan a pesar de los cambios de gobernantes... quizá entonces, seríamos más felices. Sería un compartir el mando y no un deseo irrefrenable de ostentarlo. Es como si no quisieran perder el sillón.
El sillón y el poder no hacen al hombre importante. Es el hombre el que hace al sillón necesario, pero para que en él se sienten todos los ciudadanos, que al fin y al cabo son los que deben beneficiarse del buen hacer de los políticos.
Ojala y en las próximas elecciones no gane nadie. Ojala y se llegue a un pacto social entre las fuerzas importantes de este bendito país. Y los minoritarios que se agarran como garrapatas a los testículos, no sean más que eso garrapatas.
¡Si quieren gobernar que ganen algo! Que no es lo mismo que chupar la sangre de quienes tienen realmente el apoyo de los ciudadanos.
SED FELICES

12 de abril de 2010

EL SILENCIO


¿Es mejor el silencio? ¿Es preferible callar, aunque uno reviente por expulsar fuera todo lo que le consume y le amarga?
Es algo que nunca he podido dominar. Todo en mi vida sigue siempre la misma máxima (que por otro lado, muchas veces odio): Siempre digo lo que pienso, pero nunca pienso lo que digo.
Y en algunas ocasiones más me valdría callarme, porque me sirve para granjearme las antipatías de algunos y pocas veces las simpatías. Porque las palabras una vez lanzadas al aire no pueden recogerse como si fuera un yo-yo al que al tirarle del hilo volviera al punto de partida.
Y ni siquiera ese artilugio con que todos hemos jugado alguna vez y que periódicamente vuelve a aparecer para que enseñemos a nuestros hijos y nietos, en qué forma se maneja, haciendo el ridículo más espantoso, llega al punto en el que se encontraba antes de lanzarlo desde los dedos de nuestras manos.
Siempre queda un pequeño espacio que no podemos recuperar.
Por tanto, y esta noche veréis que soy escueto, ¿merece la pena el silencio o el jolgorio verborréico?
Quizá callado, se está más guapo, pero yo sigo pensando: El silencio para los corderos.
Aunque me den de trompazos.
SED FELICES.

9 de abril de 2010

UN DÍA MÁS

Una jornada que comienza realmente no tiene fijada hora. Todo dependerá de a qué hora entramos a currar. Si somos trabajadores nocturnos, diurnos o… ¿habría que decir tardiurnos? Si fuese así habría que llamar a los de Creta cretinos. Y eso no creo que esté del todo bien. O sea que dividamos simplemente en día y noche la jornada de trabajo. El caso es que de una forma u otra, a una u otra hora comienza otro día.
Y van... Ufff, casi da pereza contarlos. Además, son tantos, que sería difícil. Aunque para eso está la hoja de cálculo. Modernidades, ya no utilizamos los dedos desde hace mucho, ni el ábaco, ni el papel y el lápiz, ni sumamos de cabeza. Como mínimo la calculadora. ¿Recuerdan cuando salieron aquellos relojes que permitían hacer operaciones matemáticas? Menudo lío de botones. Aunque para lío los móviles actuales. O los PDA, ufff. Ahí confieso que me pierdo ya. Lo que sí es seguro es que son muchas mañanas nuevas, o jornadas nuevas que en eso hemos quedado. Y vamos al desarrollo de la misma.
Primero, la rutina. Vasito de agua, café, antes de todo eso la expulsión de las aguas residuales acumuladas en el organismo durante la noche... y luego, el café con leche. Y si se pone la cosa a tono, la tostada. Una buena ducha y a la calle a pelear el día.
Eso es lo que cada día hacemos, excepto sábados, domingos y fiestas de guardar. Y los pensamientos, ¡ay, malditos pensamientos! ¡Y el ombligo! ¡Maldito ombligo! Yo voy a hacer hoy... Yo voy a resolver... Yo me encuentro mal... Yo, yo, yo...
Vamos a ver. Retomemos el asunto. Te levantas y miras a tu alrededor. Ves que ha amanecido. O que está por amanecer -que ya sé que alguien dirá que todavía no ha amanecido a las 6 de la mañana o si su jornada es noctura- y todo está en su sitio. Haya o no nubes. Llueva o no. Haga más o menos frío. No te duele nada -o por lo menos nada nuevo- y tu familia aún está en la cama, pero respiran y duermen como benditos.
Y haces todo lo de todos los días, lo de todo el año... Aseo, desayuno, etc. etc. Y te miras al espejo y dices: ¡Jodío, estás más viejo, pero no demasiado! O por lo menos lo piensas aunque no sea cierto. Que también tienes derecho a imaginar que te conservas. Desayunas, te duchas, te vistes y a la calle a pelear un nuevo día.
Pero, tontarreras, sal con buen talante, feliz y optimista. Piensa: ¡Tengo la suerte de vivir un día más y ojala y que me queden muchos!
Y no te preocupes, que por muy de buen humor que salgas, ya habrá mucha gente dispuesta a amargarte el día.
Pues bueno, que sean ellos los responsables, tú no lo empieces mal porque entonces en vez de un mal día, sería un DÍA HORRIBLE.
SED FELICES.

8 de abril de 2010

¿QUÉ PODEMOS HACER?


Mi buen amigo Pepe Castillo, comentarista taurino, gran pensador y encomiable ideólogo, me envía un correo hoy en el que me insta a difundir un mensaje para intentar prohibir una película en la que se maltrata y ofende a la religión católica. Es una película titulada “Corpus Christi” en la que parece, según me cuenta, se trata a Jesús y sus discípulos como homosexuales.
Recuerdo otras películas como Jesucristo Superstar, en la que también se hizo una campaña similar, aunque eran otros tiempos, porque se tomaba la vida del Mesías como a la ligera y en un contexto que no reflejaba la realidad, la de los cristianos naturalmente, pero que era una forma de contar que Jesús fue el elegido y Judas el designado para actuar como traidor.
Luego fue otro film en el que se ofrecía a Jesús como amancebado con María Magdalena.
Y así, vamos pasando por miles de cosas, que ofenden a quienes se declaran católicos, aunque luego no obren, quizá, como debían hacerlo según sus mandamientos.
Pero esa cuestión no me pone a mí en el disparadero. Utilizar al Mesías para hablar de Messi. O un anuncio en el que con el pretexto de publicitar una marca de vermut aparecen unas monjas que bien podrían ir por una de las muchas pasarelas de moda, ataviadas de rosa, pintadas como una puerta y con un contoneo incitante. Y las faltas repetidas de respeto de muchas cadenas, cada vez más, porque así se hacen más populares, parece, en las que se parodia y se utiliza el nombre de los católicos y sus representantes y representaciones para hacer burlas y parodias.
Eso es algo que parece no vamos a poder detener. La libertad permite a quien no cree expresarse y utilizar todo eso como le venga en gana. Y es lo que dice la Iglesia cuando defiende la libertad y el libre albedrío.
Pero no es menos cierto que nosotros somos libres de no sintonizar esa cadena. O no ver determinados programas o señores que utilizan de esa forma nuestra religión.
Es tan fácil como desconectar. Y no hay que quejarse porque tenemos infinidad de canales con esto del TDT y la liberalización de la televisión.
Pero no escucho voces católicas pidiendo que quien tiene que ir a la cárcel, vaya (No robarás. No matarás. No desearás a la mujer de tu prójimo…), que quien falta a la verdad tenga que rendir cuentas (No mentirás). Y mucho menos que nadie sea criticado cuando falta a cualquiera de los deberes religiosos que tiene cuando se declara de una confesión determinada.
Y mucho menos cuando peca por gula, envidia… esos son capitales, pero también pecados, ¿no?
Ya vendrá a cada cual y según sus creencias a pedir cuentas. Nosotros después de todo, tenemos otros problemas más gordos que ponernos a luchar como don Quijote contra molinos de viento.
Y me duele, pero a ver qué hago.
SED FELICES.

7 de abril de 2010

OTRO DÍA MÁS

Hoy quiero haceros partícipes de mi desconsuelo. Ha llegado un momento en esta Voz Silenciosa que os siento tan cerca que no tengo más remedio que compartir con vosotros mis sentimientos.
El ser humano se mueve por sentimientos, por inclinaciones, por instinto… Es algo que no puede evitar, salvo que sea un pusilánime o un miedoso. De eso no tiene la culpa, después de todo se nace de una forma y no es tan fácil superar los defectos de carácter. Aunque algunos no son congénitos sino que se crean por el trato recibido o por la falta de cariño… o por todas esas chorradas que dicen los médicos especializados y que algunas veces, pienso, no son más que una forma de ganarse la vida de quienes a eso se dedican. A curar mentes. Como si la mente se curara tan fácilmente. Aunque no deja de ser algo parecido al médico que cura las enfermedades del cuerpo. Si tiene solución, pues se puede arreglar, pero si no… ya puede ser el galeno un superarchimaravilloso, te vas pallá.
Pero algunas personas, como yo, no es que seamos especiales, es que somos tontos. Y nos metemos en jardines y en charcos que ni nos van ni nos vienen. Con lo bien que estamos preocupándonos de nuestras cosas y… hala, nos embarcamos en las de los demás con la sana intención de hacer el bien y procurar la felicidad de quien creemos lo necesita.
En estos últimos días he aprendido que lo mejor es dejar que cada uno haga lo que crea más conveniente y solucione sus cosas a su manera y forma. Porque si intentas meterte en medio, con toda la buena intención que quieras, terminas perdiendo el pan y el perro.
Y eso es triste. Muy triste. He aprendido la lección. Creo. Pero eso mismo sentí muchas veces en esta vida y al final volví a hacer el imbécil. Porque después de todo así me siento. Como un imbécil que se cree algo y no es más que un pobre ser humano maltratado por su propia culpa.
Vosotros, seguid como sois y no os compliquéis la vida. Pero si hay que dar hasta el alma por alguien, haced como este imbécil. Seguid dándola aunque os muelan luego a palos.
SED FELICES.

6 de abril de 2010

TENGO QUE VOLVER A LOS “PALABROS”


Bauticé así, un día, al mal uso del vocabulario en los medios de comunicación sobre todo. Digo sobre todo porque es totalmente lógico pensar que ellos son quienes deben velar por su correcta utilización.
Supongo, del verbo suponer, que han cursado sus estudios correctamente. Aunque es mucho suponer, puesto que dado el nivel cultural que muestran, tengo dudas más que fundadas.
Admito que en los estudios primarios y secundarios el nivel es ínfimo, paupérrimo diría más bien. Eso lo demuestran muchos jóvenes y menos jóvenes ya que provienen de la misma enseñanza en decadencia progresiva.
¿Responsables? A mí me la trae al pairo. Pero eso sí. No es de recibo que señores que se dedican a la comunicación –porque supongo que los comentaristas de GolTV han hecho esa carrera- deben tener un uso fluido del idioma español.
Pero ahí surge mi sorpresa y mi desilusión. El locutor de anoche en la citada GolTV del partido entre Villarreal B y Betis dejó unas cuantas perlas dignas de la antología del disparate de aquel profesor andaluz que hizo tres libros por lo menos, creo, de los que recogió de sus alumnos.
Cuando un jugador hizo una muy buena jugada, comentó, y no corrigió, por lo que pienso que lo dijo con plena conciencia, que había dejado su “IMPRENTA”. Sí, sí, imprenta que no IMPRONTA.
Siguió con lo de que los defensas subían al remate porque tienen mucha envergadura (distancia medida de punta a punta de los dedos de la mano con los brazos extendidos), y que un jugador había propinado una “TARRASCADA” a otro.
Menos importancia tiene para mí, porque no le puedo exigir estudios, el comentarista, futbolista en sus buenos tiempos, que dejó esto otro: Sí. Ha sido mano. Pero como estaba pegada al cuerpo, es el árbitro quien decide la intencionalidad o no. Eso viendo la repetición donde se observaba la zamorana (golpear con el codo aún teniendo recogido el brazo) por parte del jugador. Otra: No ha sido un empujón suficientemente fuerte como para considerarlo penalti. Habiendo sido jugador, sabe perfectamente que cuando uno va en carrera o están en pleno salto, un leve toque, te desequilibra totalmente. Sin embargo comentaba como falta una carga hombro con hombro, única permitida en fútbol.
Y el locutor seguía: El Villarreal gana 1-0 porque así lo ha querido Jefferson Montero. El juego no para. El juego está atascado en el centro del campo.
Aunque lo que me saca de quicio y me parece ofensivo es eso de Messi, el mesías del fútbol. Creo que mesías hubo uno solo, como hubo un Mahoma y no es para jugar con eso. Y el colmo esta noche: “Si Dios fuera futbolista, sería Messi”. ¡Por favor!
Seguiré recogiendo “palabros”, es entretenido. Vosotros ya sabéis.
SED FELICES.

5 de abril de 2010

AL FINAL TIENEN RAZÓN MIS BRUJAS

Estos días me siento abatido. Y la culpa es de mis brujas Sílside y Nutelia.
Han venido a charlar conmigo. Y yo pensaba que era una cuestión del programa, de la noche, del trabajo que les encomiendo de que velen y visiten a mis amigos silenciosos. Que los acompañen… pero nada más lejos de lo que deseaban.
Después de escucharlas, es cuando llega mi abatimiento. Porque he de reconocer que tienen toda la razón del mundo, al menos para mí y sé que para mucha gente. Y sin embargo no queremos mirar hacia fuera, seguimos empeñados en mirar nuestro ombligo.
El mundo, según ellas dicen, es una sinrazón. Piensa que quienes deben velar por nuestros intereses, por todos, los del trabajo, el dinero, el alma… todo. Porque la vida es un “todo”, no un “metalero”, siguen diciendo, están más pallá que pacá.
No entienden cómo se puede decir sin ningún tipo de rubor que los seres humanos, cumplidos los 14 ó 15 años, ya no son niños, sino adultos y tienen pleno derecho a decidir, sin consulta ni autorización de sus mayores, en temas como el aborto, la anticoncepción, la píldora de después y cualquier otro tema relacionado con lo que denominan la libertad de la persona, incluidos el derecho al sufragio universal o voto. Y yo les digo, que después de todo y pese a todo, tienen parte de razón, que nadie es quién para decidir por nadie. Que si quien nos mira desde otro sitio no terreno, y que cada uno le ponga el nombre que quiera, no interviene para detener lo que el hombre hace es porque disfrutamos del libre albedrío. Y eso es importante.
Pero insistieron y ahí fue donde me desarmaron. ¿Entonces por qué se es adulto en cuestiones de sexo y decisiones como el votar y todo eso y, sin embargo, no se es responsable de un crimen, de un asesinato o de cualquier otra cosa relacionada con quebrantar la Ley en la misma medida que los adultos?
Yo no sé si a vosotros os parecerá razonable lo que dicen o no. A mí me parece como mínimo de sentido común. Y añaden. “En eso no se da prisa nadie para cambiar las leyes. Total, ¡qué más da! Como son los hijos de los demás los que mueren…” Ahí les corrijo. Eso no está bien decirlo. Y me lo aceptan. Entonces me cambian el tercio y me dicen otra cosa: ¡Hay que ver cuánta gente de vacaciones! Hasta los que mandan. ¿No hay crisis? Pues como nos vean los otros europeos, los de primera división, se van a reír de nosotros. Dirán que menos lobos caperucita.
Al final no las voy a sacar de la mochila. Porque me complican la vida y me hacen sentirme abatido y consternado.
SED FELICES.

2 de abril de 2010

¿ESTO ES CULPA DE LA GLOBALIZACIÓN?


Recuerdo que en estas fechas, es decir, en Semana Santa, las cosas, cuando yo era pequeño, es decir, hace unos 50 años, cambiaban radicalmente.
Era época de cumplir la cuaresma. No fumar, no beber cerveza… era una promesa que hacíamos para cumplir con un tiempo que nuestra religión católica nos proponía. O imponía según algunos. El caso es que desde el momento en que nos ponían la ceniza, el miércoles de Ceniza, naturalmente, comenzaba una etapa de cambio en nuestro diario existir.
Llegaba la Semana Santa y toda su parafernalia de procesiones, sillas, caramelos, los “coloraos” y los “moraos”, en Murcia. Los “marrajos” y los “californios” en Cartagena. Los “blancos” y los “azules” en Lorca. Las tamboradas en Mula. Cada sitio con sus costumbres.
Y sobre todo el ayuno y abstinencia, salvo que sacaras una “bula” en la Iglesia que te eximía de ese cumplimiento. Si no, estabas en pecado.
El viernes, íbamos a la procesión de los Salzillos, con algo estrenado, porque así se hacía entonces, el que podía, naturalmente.
Yo, en particular, me levantaba a las 5 de la mañana, entonces vivía en Alcantarilla a 10 km. de Murcia y con mi mujer y mis hijos, me venía a ver salir la procesión desde San Andrés. El chocolate con churros era el desayuno porque después ni un caramelo. Había que cumplir el ayuno. Y en casa se preparaban croquetas de merluza, ensaladilla rusa y una empanada de pescado, como es lógico.
Hoy se sigue haciendo en los hogares católicos, pero es como si nos ocultáramos. Como España es aconfesional, pues como que estamos fuera de tiesto. Y poco a poco, esa ausencia de música que no fuera sacra en las emisoras de radio. O esas películas, La Túnica Sagrada, Los 10 Mandamientos, Ben-Hur (por cierto, siempre, incluso anoche que la pusieron en la 7, la pillo en la carrera de caballos en que Mesala y Judá se enzarzan a latigazo limpio), Espartaco… Eso se acabó. Hoy la programación era normal, con Saber y Ganar y todo lo que ponen para luchar por la audiencia.
El caso es que yo lo hecho de menos. Y si esto es globalización pues es una parte que no me gusta.
Ah, y otra cosa. Hoy las sillas casi todas desocupadas y en muchos sitios una sola fila. Eso es por culpa de la crisis, que no de la globalización. Pero yo me pregunto: Con todo el lío que hay y el problema tan enorme de falta de trabajo y necesidades en muchísimos hogares,¿por qué ponen en la tele ese programa de ¿Quién vive aquí? En el que nos muestran hogares de verdadero lujo y derroche? Se podían cortar un poquito y no tener mala leche. Porque eso es mala leche, ¿o no?
SED FELICES.

ESTOY “CONFUNDÍO”


Frase que acuñó Dinio, por cierto. Sí, ese señor que vino de Cuba de la mano de una famosa a hacerse famoso. Buscó una miembra célebre de esta sociedad para hacerse él un “miembro” conocido. Y por supuesto que lo es.
Pero a lo que voy, que no es a eso precisamente. Allá cada cual con su cadacuala que decía mi padre.
Estoy viendo la serie “El tiempo” de la primera, la nuestra. ¿Qué por qué la llamo serie? Muy sencillo. Siempre el parte del tiempo ha sido algo rápido, claro y sencillo. Ahora es un recorrido completo día a día hasta completar desde el actual hasta cinco días después. Lo que quiere decir que es como los seriales. Te repiten lo ya pasado y te cuentan un poquito nuevo. Es decir, se les va más tiempo en repetir que en dar partes nuevos.
Me dicen mis amigos los gnomos que me estoy enrollando. Y tienen razón. Lo que yo quería decir, y voy a decirlo como el alcalde de aquel pueblo cuando vino Mr. Marshall, es lo siguiente.
La primera es de España. En España, de momento, el idioma es el español. Estoy de acuerdo con el bilingüísmo, faltaría más. Y no tengo ningún inconveniente en encontrarme letreros en la carretera que ponga Elx – Elche. Es decir para los valencianoparlantes queda claro hacia dónde van o dónde se encuentran y para mí, hispanoparlante, lo de Elche me viene al pelo.
Y aquí acabo por no hacerme pesado. En el Serial El Tiempo, ponen Eivissa. Menos mal que está el mapa y la isla y que yo la conozco. Y todas las demás de alrededor en valenciano también, o en mallorquín o en catalán o qué más me da. El caso es que no me entero. Que lo pongan, que me importa un bledo, pero al lado, entre paréntesis, o abajo, o donde les dé la gana que pongan Ibiza. Que la primera, repito, es de España. Y en España, primero el español y luego el resto. Y si a alguien le duele, lo siento. En Murcia, pone Murcia, no Mursiya, y en Cieza no escriben Medina Siyasa. Pues eso.
SED FELICES.