ASÍ PIENSO, ASÍ ESCRIBO

Cada noche, en La Voz Silenciosa, hago un comentario personal. Es este que aquí aparece, con la intención de dejar constancia escrita del mismo.

30 de marzo de 2010

SI ES QUE SOMOS DE LO QUE NO HAY


Todos los días, cuando escucho las noticias. Cuando veo las imágenes de lo que acaece en nuestro entorno cercano y lejano, me doy cuenta de lo que hemos avanzado. Cuando pequeño esperábamos un periódico (no recuerdo si semanal, quincenal o mensual) que traía hasta nosotros los sucesos más sangrientos, explicados de forma retórica y plena de colorido (aunque fuera rojo sangre). Y leíamos y no dábamos crédito a lo que allí se nos narraba. Simplemente nos parecía que todo eso ocurría tan lejos de nosotros que nunca nos alcanzaría.
Hasta que empezó a aparecer Murcia también. Recuerdo el crimen de la estanquera de la plaza de la Cruz Roja. Y yo, que por aquél entonces debía tener como 5 años, no lo leía, pero lo escuchaba a mis mayores, que bajando la voz, decían: ha sido aquí en Murcia. Parece mentira. Y dicen que ha sido… Y comenzaban las cábalas. Las sospechas, las correveidiles de turno que llevaban los rumores de una punta a otra de la ciudad. Es decir, del Barrio (el del Carmen por supuesto) hasta la Plaza de Santa Isabel, que no más allá llegaba el casco urbano de Murcia.
Y después fue in crescendo la violencia, el índice de mortalidad por crímenes. Casos conocidísimos y famosos de por vida. Misterios sin resolver. Pero eso sí, cada vez más y más cerca. Ya no era en la región de Murcia. Ahora se producía en el barrio en que vivíamos. Luego en la calle de al lado.
Y más tarde, no uno, sino dos en un año. Y al mes, y luego casi a diario, como sucede en estos momentos.
Dios, ¿cómo hemos podido llegar a esto? ¿Es esto la globalización? Porque la culpa no es de que antes éramos menos y que los medios no llegaban. No. Antes o después nos enterábamos de lo que pasaba más allá de nuestros límites regionales.
Lo que ocurre es que nos hemos empeñado en conseguir cosas en algunos casos inalcanzables. Y hay quien no se ha dado cuenta de que cuando no se puede, lo mejor es renunciar a pesar del disgusto y la frustración. Que lo que no es para ti, pues simplemente no lo es. Y como decimos en Murcia, lo que es es.
Pues no, ahora incluso la pareja si no es nuestra (porque no puede serlo eternamente, porque cambian los quereres y todo eso), hay algunos que piensan que esto no se puede consentir. Que esto es mío y de nadie más. Y eso, amigo mío (me dirijo al descerebrado que piensa de ese modo) no es así. Como dice el refrán español: Agua que no has de beber… O aún más: A enemigo que huye, puente de plata. Pero, déjalo hombre, déjalo y busca por otros lugares.
Y en el mismo sentido, con el trabajo, con el coche que deseas… que no puedes conseguir por la fuerza lo que no eres capaz por naturaleza o por oportunidades.
Que la vida es como es. Y la felicidad consiste en tomarla de esa forma. Y desgraciadamente, unos vivirán en la opulencia y otros en la riqueza. Y otros en medio, pero felices. Eso sí que está al alcance de todos. Aunque es difícil, lo sé, pero posible. ¿O alguien lo duda? Pues, vamos a intentarlo al menos. Que no digan que no hemos hecho todo lo posible.
SED FELICES