ASÍ PIENSO, ASÍ ESCRIBO

Cada noche, en La Voz Silenciosa, hago un comentario personal. Es este que aquí aparece, con la intención de dejar constancia escrita del mismo.

8 de marzo de 2010

MUJER


Hoy se ha celebrado el día de la mujer trabajadora. Yo como siempre, voy a mi diccionario:
Mujer es la persona del sexo femenino. Así de escueto y sencillo es el diccionario de la RAE.
Trabajadora es la mujer que trabaja.
Trabajo es ocupación retribuida.
Bien, puesto todo esto en claro, la mujer trabajadora es la persona del sexo femenino que trabaja y es remunerada por ello.
Perfecto. Trabajadora doméstica sin embargo es la empleada en un hogar para hacer trabajos domésticos y que a veces vive en la casa del empleador.
Sigamos:
Sus labores. Trabajo que ejerce la persona del sexo femenino en su propia casa, sin remuneración alguna.
Ahí quería yo llegar. Que veo muy bien lo de la mujer trabajadora y su día. Ya existe el día del trabajador. ¿Por qué la distinción? Será por lo del sexismo. Trabajador no es trabajadora. Y así queda perfectamente delimitado todo.
Pero, ¿dónde queda entonces la mujer de su casa de toda la vida? No está remunerada. Por lo tanto no es trabajadora, pero trabaja, lo puedo asegurar, más que cualquiera quisiera, porque se le suma de vez en cuando algún dependiente.
Que me parece estupendo eso del día de… hay día para todo. Para la madre, incluso. Por cierto la palabra más hermosa que se ha podido inventar, a pesar de que haya quien quiera cargarse lo de madre, dándole los medios para abortar, en lugar de enseñarle a ser padres responsables. Que todo ha de hacerse con cabeza. Lo fácil es romper el jarrón después de haberlo hecho. Y meter a todo el mundo en el berenjenal de las discusiones. Aprende a comer y no tendrás indigestiones que decía mi padre.
Pero sigo con lo que empecé. ¿Dónde está el día de la mujer que se ocupa de sus labores? La sufrida, la maltratada por la vida. La que hoy sigue llevando adelante una casa, una familia, el colegio, la comida, la colada, los papeles, el no dormir cuando hay alguien enfermo. Y todo lo que se añada.
Un aplaudo para esa MUJER con mayúsculas que también existe, como existe el Sur, como existen los gays, como existen los enamorados y como existen las madres y los padres.
Aunque habrá que esperar a que a los señores de El Corte Inglés se les ocurra buscar fecha para ellas. Mientras ahí están. Mi más sincero agradecimiento. Son el alma de las casas y debíamos besar el suelo que pisan. Una flor al día sería al menos ofrecerles un reconocimiento a su sacrificio.
Ah, y encima las hay que llevan adelante dos cosas, el trabajo y sus labores. Sin “chacha” y sin padres. Con un par.
SED FELICES.