ASÍ PIENSO, ASÍ ESCRIBO

Cada noche, en La Voz Silenciosa, hago un comentario personal. Es este que aquí aparece, con la intención de dejar constancia escrita del mismo.

16 de febrero de 2010

MANIFOBIAS

Dicho así suena un tanto raro. Aunque casi se adivina a qué me refiero. Soy, efectivamente, un maniático. Y tengo, además, mis fobias.
Haciendo un análisis sincero de mí mismo, he de decir que soy prepotente, exigente, insistente, inconsciente, intransigente e indulgente. Mucha gente en tan poco espacio, ¿no?
Pues soy así. Y eso es malo y bueno a la vez. Más lo primero que lo segundo, eso seguro, pero a mi edad difícil es cambiar.
No seré yo quien diga que la vida me ha hecho así. No. La vida me ha tratado como a todo el mundo. Dándome oportunidades y palos. De todo un poco. Unos padres perfectos. Una familia feliz. Buenos amigos. Hasta ahí, bien todo, dentro de un orden.
Lo malo es cuando empiezas a ampliar círculos. Quizá la causa de mis manifobias sea que por estar tan bien rodeado en mi infancia, cuando comencé a salir de ese pequeño espacio que es la familia y los vecinos, fui dándome de bruces con cosas que no imaginaba que existían. No pensé que la crueldad fuera capaz de hacer tanto daño. No digo la crueldad física sino la psíquica. El niño es cruel y no sé por qué. Quizá por falta de cariño. La familia rica, todos tenemos una parte rica de familia, también es cruel, pues se recrea diciendo en público que la ropa que tú llevas es la que te dio su mamá porque a ellos les venía pequeña. Eso es crueldad. Y ya a partir de ahí va en aumento. En los estudios de instituto es peor. Te dan por todas partes. Y tú, inocente, tienes dos caminos. O agachas el morro o se lo partes a alguien para marcar territorio. Eso es duro. Tanto como decir el primer taco o la primera blasfemia. Pero es que casi te obligan para demostrar que no tienes miedo a nadie. O a casi nadie, siempre hay quien te da para el pelo.
Es el caso que poco a poco todos te van demostrando que la vida es dura. Y yo, que no entiendo que se maltrate a nadie, me fui revistiendo de todos esos “gentes” que dije antes y volviéndome un manífobo, porque tengo manía y fobia a todo aquel que abusa de su superioridad en cualquier ámbito.
Ya os contaré más. Hoy he dicho bastante.
SED FELICES