ASÍ PIENSO, ASÍ ESCRIBO

Cada noche, en La Voz Silenciosa, hago un comentario personal. Es este que aquí aparece, con la intención de dejar constancia escrita del mismo.

14 de febrero de 2010

¿CUÁL ES EN REALIDAD NUESTRA EDAD?


Según leí el otro día, la edad que decimos tener está relacionada con el calendario y la fecha de nacimiento, por supuesto. Sin embargo, parece ser que hay un desfase entre la edad biológica y la fisiológica. Me explico. O por lo menos voy a intentar explicar lo que leí.
Nuestro organismo lleva su propia marcha. Su desgaste, podríamos decir mejor. Cada parte de nuestro cuerpo. Las células se regeneran. También los glóbulos rojos y los blancos. El alimento pasa por el estómago donde hay enzimas y ácidos que se regeneran constantemente. La piel, otra que tal. Cambia cada equis tiempo. Y cada uno a su aire. Bueno a su aire, no. Por su lado, sería mejor decir.
Pero es así. Cada parte del cuerpo humano tiene una edad e incluso algunas partes del cuerpo han muerto hace mucho tiempo. No son las que nacieron con nosotros, por ejemplo los dientes de leche ¿los tendrá el ratoncito Pérez almacenados? Y otras muchas cosas que no voy a enumerar, porque ni soy un experto ni es el motivo de este pensamiento escrito.
Leo también, que cada vez se descubren más genes responsables cada uno y de forma independiente de muchas cosas. Los que no tienen miedo es porque les falta un gen. Los ludopatas tienen un gen que te lleva al juego. Y ahora se descubre otro que causa el cáncer de colon.
Si esto sigue esta marcha, dentro de poco, deberemos llevar un historial con todos y cada uno de los componentes de nuestro organismo. Y que cada vez se parece más a un PC. Todos son chips y partes independientes. Pero si una funciona mal, las demás a hacer puñetas. Una altera a las otras y algo que pueda parecer no tener importancia, desencadena un hundimiento total del cuerpo humano.
Total es una cáscara que nos prestan para pasear por este mundo, pero como algunos abusan de ella de forma excesiva, tienen posibilidades de que la vejez física llegue antes. Por ejemplo, los músculos se desarrollan cuando entrenamos y hacemos deporte, pero las articulaciones y ligamentos, no.
Por eso tantos deportistas padecen artrosis o deformación en articulaciones.
El caso es que cuando veo que los estudios avanzan a esta velocidad. Que la ciencia nos lleva en un Fórmula I a la investigación de cosas que ni imaginábamos, me entra el pánico.
Mira que si descubren que llevamos pilas en algún sitio del cuerpo y no lo sabemos. Unas baterías tan pequeñas que no las vemos pero que si se agotan se trunca nuestra existencia en este maravilloso mundo.
Pues yo casi prefiero que esto no avance tanto. Simplemente me da miedo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario